Se centra en adaptar la formación profesional a las demandas del mercado laboral local, a través de la colaboración con empresas para crear programas de formación dual, impulsar la innovación y el emprendimiento, y apoyar a sectores emergentes como las energías renovables y la economía digital. Aumentar la conectividad laboral y mejorar las competencias digitales son claves para reducir el desempleo juvenil y fomentar la inclusión laboral.