Se centra en integrar tecnologías avanzadas para mejorar la eficiencia de los servicios públicos, como la gestión del tráfico, el alumbrado público y la recogida de residuos. La implementación de sensores para monitorizar la calidad del aire y el consumo de agua puede optimizar recursos y mejorar la calidad de vida urbana, además, la digitalización de procesos.
RETO 16. CIUDAD INTELIGENTE
