Se centra en garantizar un suministro adecuado y eficiente mientras se preservan los recursos hídricos. Es necesario modernizar las infraestructuras para reducir pérdidas y optimizar la distribución en zonas urbanas y rurales. La reutilización de aguas residuales tratadas puede aliviar la presión sobre las fuentes naturales, especialmente en agricultura. Además, restaurar humedales y proteger acuíferos fomenta la recarga hídrica y mitiga el impacto del cambio climático. Estas acciones integrarían desarrollo sostenible con resiliencia hídrica a largo plazo.
RETO 3. GESTIÓN SOSTENIBLE DEL AGUA
